23.9.09

Soy adicto

Al despertar, levanto a mi cuerpo para romper el silencio del pecado.
Camino por el pasillo de los matices claros y oscuros,
procedo por bajar las escaleras al encontrar un perfil de estrucutras en mi cabeza.
Estando cerca el hormigueo comienza en mis piernas,
el aroma traspasa mi piel y disuelve mis ojos; es dificil encontrar
alguna otra cura que limpie la crueldad de sentir.
Pues yo no decidi sentir,
sin embargo las texturas son casi imposibles de
dejar pasar, es una fiesta de redes neuronales que estallan sobre
espasmos mentales, donde yo no soy dueño
Donde no soy dueño de mi, de mi control ni de mis noches de angustias,
donde el silencio calla, las horas vuelan y los cielos crecen.
Donde no soy dueño de mis impulsos,
y tu, mirando, callando tan pensante.
¿Será que no tengo cura?
Soy adicto.

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